Viaje al Golfo de California de Cyprien Combier

Ma. Eugenio Ponce Alcocer Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Después del descubrimiento de América una gran cantidad de europeos cruzaron el Atlántico para llegar al continente americano. Muchos viajeros dejaron testimonios escritos de sus respectivas experiencias en libros, diarios, en los que aportaron descripciones de los habitantes y del mar, los animales, las zonas geográficas. Los relatos fueron escritos en muy diversos idiomas y no todos están traducidos al español.

Es el caso de Cyprien Combier escribió Voyage au Golfe de Californie, grands courants de la mer; Courants généraux atmosphériques; Usages de la vie maritime; Tempêtes vers le pole austral; Poissons et oiseaux de la mer; Description de la Sonora et de ses richesses minérales; De la Basse Californie, ses volcans, ses produits; Pêche des perles; La chaîne des cordillères, ses forêts; Nuits de la zone torride. Accompagné d’une carte de la Sonora, dressée par M.V.A. Malte-Brun. Fue publicado por primera vez en 1864, por la casa parisina Arthus Bertrand.

Viaje al Golfo de California nos habla de los intereses mercantiles de Combier durante los años de 1828-1830, temática que desarrolla en XXIX capítulos, más un apartado sobre las reflexiones filosóficas y morales que desarrolló durante su travesía de regreso a México a principios de 1829, en específico mientras se encontraba en la zona tórrida de los mares del extremo sur del continente americano, tras bordear la costa occidente de África, entrar al océano Pacífico vía el Cabo de Hornos, y luego subir por la costa chilena.

El autor (1807-1874) escribe más de tres décadas después de haber realizado el viaje, entre 1828 y 1830 basado en sus notas de viaje escritos casi diariamente, y en los recuerdos de un pasado cuyos acontecimientos se grabaron profundamente en mi memoria.

Combier llegó a México alrededor de 1823 a la edad de 18 años, fue contratado por la compañía inglesa W. Watson y Compañía, en donde realizó su aprendizaje como agente comercial. Trabajó para esa Compañía hasta 1828 en que quebró, y afortunadamente para Cyprien, ya había establecido relaciones de negocios con varias compañías y con particulares, lo que le permitió reunir el capital suficiente para poder establecerse en la República Mexicana como agente independiente. Poco después, se le propuso a Combier participar como socio en una operación de comercio, partiendo de un puerto francés a un puerto mexicano del Golfo de California.

Después de completar su carga en Europa, Combier se embarcó rumbo a la República Mexicana el 31 de diciembre de 1828. El autor reconoce que muchas veces prejuzgo, las condiciones de vida de los habitantes de los lugares que visitó, al compararlas con las de Francia y otras naciones europeas, debido a su educación y costumbres. Pero después de reflexionar y observar que las personas vivían felices, cambió su manera de pensar.

Una de las partes más importantes del texto son las reflexiones que tuvo durante las noches tórridas que vivió a lo largo de su viaje, y en las que contempló la divinidad, con base en el estudio de las maravillas del universo.

El texto nos permite conocer cómo fue visto México a través de los ojos de un extranjero en las segunda y tercera década del siglo XIX, es un documento de gran interés, no solamente histórico, sino también geográfico, político y etnográfico. Combier a lo largo del texto expresa sus opiniones sobre los diferentes países, tanto europeos como americanos, que recorrió a lo largo de su viaje, y los sucesos que presenció en las noches tórridas que relaciona con sus concepciones sobre Dios y la naturaleza.

En ese recorrido describe la geografía, los animales del mar y de la tierra que va conociendo, los habitantes de las diferentes ciudades y localidades que visitó. Algo muy importante para el autor son las revelaciones que tuvo en las noches de la zona tórrida relativas a Dios, el universo, el hombre, la religión, los milagros, la razón y la fe, la muerte y la vida futura.

La obra nos permite conocer cómo a ese hombre se le fue revelando otra parte del mundo, en el aspecto geográfico, humano y de la naturaleza. Pero también, la introspección que realiza sobre sí mismo a través de los distintos fenómenos que presenció y que se le “revelaron” en las noches de la zona tórrida.