Arturo Díaz Barriga
Centro de Documentación e Investigación Judío de México
Albert Einstein, científico alemán de origen judío, mundialmente famoso por haber desarrollado la Teoría de la Relatividad, se consideraba un hombre no religioso pero, a pesar de ello, se identificaba con dos de los valores centrales del judaísmo: la aspiración intelectual y la búsqueda de justicia social. Por lo anterior, además de sus logros científicos, también fue destacable su contribución en favor del movimiento sionista.
En 1921, Einstein se unió a un grupo sionista encabezado por Chaim Weizman para realizar una gira por los Estados Unidos de América con el objetivo de recaudar fondos para la creación de una Universidad Hebrea en Palestina que pudiera recibir estudiantes judíos de todo el mundo, los cuales no podían inscribirse en muchas universidades debido al creciente antisemitismo.
A partir de esta gira, el físico abrazó por completo la causa sionista y, entre otras acciones, fungió como presidente del Consejo Consultivo de la Fundación Americana para Instituciones Palestinas (American Fund for Palestinian Institutions, actualmente America-Israel Cultural Fundation), formado en 1940 con el objetivo de recaudar fondos para la creación y sostenimiento de instituciones académicas y culturales que favorecieran el desarrollo de la población de lo que hoy es Israel.
En 1946 Einstein dirigió una carta al señor Gregorio Shapiro, miembro del Comité Central Israelita de México, en la cual explica la misión del American Fund for Palestinian Institutions; informa del objetivo de incluir a las comunidades de los países sudamericanos en la recaudación de fondos, para lo que se ha nombrado al Dr. Arie Frankel como delegado; y pide al señor Shapiro que brinde consejo y ayuda al Dr. Frankel para la implementación del programa en México.
El Dr. Frankel entregó una copia de esta carta al Comité Ejecutivo del Comité Central Israelita de México en su sesión del 25 de febrero de 1947; en ella podemos ver un reflejo de los ideales de Albert Einstein y su labor en favor del movimiento sionista como él lo entendía, al promover la creación de instituciones que impulsaran el ansiado renacimiento del pueblo judío en su propia tierra.
Esta carta, con firma autógrafa del célebre científico, se encuentra resguardada en el archivo documental del Centro de Documentación e Investigación Judío de México.