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Una proclama de reconciliación: manuscrito e impresos a bordo del bergantín Spring

Azucena Almanza Salas | Centro de Estudios de Historia de México.Fundación Carlos Slim

Desde el siglo XIX, la polémica ejecución de Agustín de Iturbide ha suscitado distintas posturas y debates; por un lado, los federalistas aplaudieron la firme decisión del Congreso Constituyente, mientras que los iturbidistas la calificaron de cruel e injusta, puesto que Iturbide no estaba enterado de la proscripción que pesaba sobre él.

El manuscrito, Proclama del Sr. Iturbide a los mexicanos, a diferencia de muchos papeles, va dirigido al pueblo de México; en ella exclama su alegría de encontrarse en su nación e igualmente, explica las razones de su regreso: no como emperador, sino como un soldado y mexicano [su objetivo es] sostener la independencia y la libertad mexicana […]. El texto no busca justificar sus acciones pasadas sino reconciliarse con el pueblo por la defensa del territorio.  El documento, por su parte, muestra una belleza y delicadeza en su trazo y ejecución; fue confeccionado en papel italiano, con una letra clara y humanista y asimismo, está decorado con una serie de elementos iconográficos que dan guiño a lo que Bustamante calificó como a las aspiraciones monárquicas de Iturbide; quizás, si el político hubiera tenido la oportunidad de observar el presente manuscrito, sus hipótesis sobre las pretensiones imperialistas de Iturbide serían una afirmación.

Una proclama de reconciliación: manuscrito e impresos a bordo del bergantín Spring.

Los papeles resguardados en el archivo histórico del Centro de Estudios de Historia de México.Fundación Carlos Slim, representan una oportunidad valiosa en el análisis y estudio de la historiografía mexicana; Tesoros de papel que esperan y, a la vez, despiertan el interés y la admiración de los usuarios quienes los descubren. En la conmemoración de su 60 aniversario, el archivo histórico del CEHM presenta una serie de documentos, impresos y un manuscrito dejados por Agustín de Iturbide tras su fusilamiento en 1824.

Desde el siglo XIX, la ejecución Agustín de Iturbide, mediante el edicto de proscripción, ha sido sumamente debatida y cuestionada; intelectuales, tanto contemporáneos como clásicos, han analizado, desde distintas ópticas, el edicto y se han pronunciado a favor o en contra de su aplicación. La investigadora Silvia Martínez del Campo considera que, con su aplicación, el Congreso Constituyente aprovechó la oportunidad para nulificar toda su obra: desde el crédito por la independencia hasta el intento de consolidarla.[1] Carlos María Bustamante en su libro: Historia del Emperador D. Agustín de Iturbide hasta su muerte… refiere que los seguidores de Agustín de Iturbide tacharon al Congreso Constituyente de cruel e injusto y calificaron de ingrato al capitán Felipe de la Garza y Cisneros; sin embargo, aquellos partidarios del federalismo aplaudieron la firme decisión del Congreso, puesto que temían que con su regreso se iniciara una crisis interna que buscara el establecimiento de la monarquía.[2] 

Los papeles dejados por Iturbide en el bergantín muestran que no tenía las intenciones de recuperar su trono, al menos en el texto. Habrá que apuntar y recordar que en su abdicación, el 19 de marzo de 1823, afirmó haber aceptado la corona con suma repugnancia y con ello, solo esperaba servir a los intereses de la nación; sin tener argumentos legales y por su propia voluntad, aceptó expatriarse. El 30 de marzo de 1823, escoltado por Nicolás Bravo, marchó junto con su familia rumbo a Italia. Durante el trayecto el Congreso dictó una serie de condiciones, penas y sanciones para su destierro: la anulación de la sucesión hereditaria, su salida del país y una pensión de 25 mil pesos bajo la condición de establecerse en Italia.[3]

En el exilio, prestó oídos a los rumores de una posible reconquista militar por parte de Fernando VII, quien, apoyado por la Santa Alianza, buscaría hacerse de sus antiguas posesiones en América; conocedor de las pretensiones hispanas abandonó Italia y se instaló en Inglaterra, acción que le valió la suspensión de su pensión y desde ahí planeó su retorno. Desde el extranjero, Iturbide escribió continuas misivas y cartas advirtiendo al Congreso Constituyente sobre las intenciones militares de la Santa Alianza y de una posible reconquista; en su correspondencia recalcaba su amor por la patria, ofrecía sus servicios como un destacado militar y solicitaba una oferta de amnistía. Sin una respuesta clara, se embarcó en el bergantín Springrumbó a México. 

Sus acciones, su cambio de residencia y la demanda de pensión, ante los ojos de los diputados, significaron una amenaza a la estabilidad de la república y el posible restablecimiento de la monarquía; por ello, con fecha del 3 de abril de 1824 el Congreso Constituyente lo señaló como traidor, siempre y cuando Agustín de Iturbide se hiciera presente en cualquier punto del territorio mexicano y así mismo, serían traidores aquellas personas quienes de manera indirecta y directa, cooperaran y favorecieran su retorno.[4] El 28 de abril se decretó su proscripción y sentencia: fue condenado a muerte, sin derecho a juicio. El 14 de julio de 1824, el bergantín ancló en Soto de la Marina (Tamaulipas); ignorante de los decretos en su contra, se presentó ante el general Felipe de la Garza, quien lo entregó al Congreso de Tamaulipas y, nuevamente, sin argumentos legales, fue ejecutado a la edad de 40 años.[5]

Al inspeccionar sus aposentos en el bergantín se encontraron numerosos documentos, lo que indica que, durante su trayectoria, Iturbide se dedicó a la actividad epistolar; redactó cartas, proclamas, su testamento y demás papeles que solo fueron encontrados después de su fusilamiento. Bustamante, fiel al ideal republicano, lo acusó de traer: imprenta, tinta, papel moneda, planchas y todo tipo de enseres propios más de la Secretaría de Hacienda que un soldado […].[6]

Entre todos los papeles dejados por Iturbide se halló el presente ejemplar: Proclama del Sr. Iturbide a los mexicanos. A diferencia de muchos papeles, la proclama no iba dirigida a ningún apoderado, político o miembro del ejército, sino al pueblo de México. En ella exclamaba su alegría de encontrarse en su nación y entre connacionales; sus palabras explican las razones de su regreso; declaraba que España se encontraba protegida por la Santa Alianza y la acusó de no resignarse a la pérdida de la joya más preciosa.[7]

Ante el peligro de su nación, se presentó:

No como emperador, sino como un solado, y como mexicano, más aún por los sentimientos de su corazón, que por los comunes de la cuna. Vengo como el primer interesado en la consolidación de vuestra independencia y justa libertad. Vengo atraído del reconocimiento que le debo al afecto de la nación en lo general, y sin memoria alguna de las calumnias atroces con que quisieron denigrar mi nombre […]. El objeto [dice Iturbide] es contribuir con mis palabras y espada a sostener la independencia y la libertad mexicana [… ] [y así mismo] mediar en las diferencias que ecsisten entre vosotros, y os arrastrarían por sí solas á la ruina: restablecer el inestimable bien de la paz, sostener el gobierno que más conforme a la voluntad nacional sin restricción alguna y concurrir con vosotros a promover eficazmente la prosperidad de nuestra común patria […] vuestro amigo más sincero y afecto Agustín de Iturbide […] a bordo del bergantín Spring […].[8]

Su objetivo es claro: sostener la independencia y la libertad mexicanas. No se trata de un alegato político, pues con sus letras no buscan justificar sus acciones pasadas, sino todo lo contrario: pretende reconciliarse con los mexicanos e incorporarse como un soldado más en la defensa del territorio. Es difícil afirmar si el contenido de la proclama, en su tiempo, llegó a difundirse entre la población, pero el texto sí fue conocido por muchos puesto que se conservan algunas copias impresas[9] y asimismo, este fue reproducido en algunos textos de la época.  

Una referencia clara a la proclama impresa fue dada por Bustamante, puesto que él mismo mencionó que poseía una copia, a la que describió así: impresa en pliego tendido, con bella letra Parangona, y á su calce sobre la izquierda un escudo de armas de su nobleza española.[10] Calificó al texto como una estrategia política de Iturbide para recuperar el trono pretextando las intenciones militares europeas. Si Bustamante hubiera tenido la oportunidad de apreciar el manuscrito de la presente proclama, su hipótesis sobre las pretensiones monárquicas de Iturbide serían una afirmación.

El manuscrito de la Proclama del Sr. Iturbide a los mexicanos muestra una belleza y delicadeza en su trazo y confección; su soporte, papel italiano, presenta una caligrafía clara y humanista fácil de leer. La proclama: ¡Mexicanos! se enmarca con una efigie de medio cuerpo del exemperador, iluminado en pan de oro; lo retrata portando su traje de militar y al interior de esta, hay una inscripción perdida por el tiempo; el título es coronado por hojas de olivo, una clara referencia a la iconografía imperial romana.

El texto se encuadra dentro de márgenes decorados en líneas rectas y culmina con a una serie de ilustraciones que adornan la parte final del documento.  Bustamante[11] escribió que los impresos solo poseían el escudo de armas de Iturbide, símbolo que exaltaba sus lazos con su linaje de nobleza española y daban guiños a la continuidad de la monarquía mexicana. En el manuscrito Iturbide no solo integró su escudo de armas sino también una serie de curiosas miniaturas, que están entrelazadas y unidas al escudo, que posiciona al centro.

Al margen derecho se localiza una imagen de la Virgen de Guadalupe, símbolo de la identidad independentista, y una reproducción miniatura del bergantín Spring; a la izquierda, una flor de vientos que porta una corona imperial y anterior a esta sobresale una pequeña ilustración del dios griego, Cronos, quien porta una hoz, símbolo del tiempo «humano» y restitución del orden. La iconografía del manuscrito y sus posibles lecturas e interpretaciones podrían contradecir la intencionalidad del texto y con de ello, darle la razón al crítico Bustamante sobre los propósitos imperialistas de Iturbide.

Por todo lo anterior, el archivo histórico del Centro de Estudios de Historia de México.Fundación Carlos Slim, presenta como un tesoro de su acervo el manuscrito original de la Proclama del Sr. Iturbide a los mexicanos y asimismo, dos impresos de la presente proclama, con la intención de revivir el estudio y análisis crítico de los documentos dejados atrás por Agustín de Iturbide.  

Fuentes documentales

Bustamante, María Carlos (1846). Continuación del Cuadro Histórico. Historia del Emperador Agustín de Iturbide, hasta su muerte y sus consecuencias; y el establecimiento de la República Popular Federal. México: Imprenta de Ignacio Cumplido, pp. 293. Centro de Estudios de Historia de México. Fundación Carlos Slim. Consultado el 11 de febrero de 2025.
https://visor.cehm.org.mx/assets/docx/biblios/libros/03422/html5forpc.html?page=null&bbv=1&pcode=
Manifiesto del Sr. Iturbide a los mexicanos. Fondo CCLXXXVII: Archivo Lucas Alamán 1706-1951, Clasificación 090: CCLXXXVII. 10.817.1. Carpeta: 10, Legajo: 817.I Centro de Estudios de Historia de México.Fundación Carlos Slim [impreso]. Consultado el 11 de febrero de 2025.
https://cehm.org.mx/Buscador/FichaCompleta/855?tipo=A
Manifiesto del Sr. Iturbide a los mexicanos. Fondo LXXII- 2: Impresos de Martín Carrancedo: 1810-1883, Clasificación 090: LXXII-2.3-3.159. Carpeta: 3, Documento: 159. Centro de Estudios de Historia de México.Fundación Carlos Slim [impreso]. Consultado el 11 de febrero de 2025.
https://cehm.org.mx/Buscador/FichaCompleta/34021?tipo=A
Proclama del Sr. Iturbide a los mexicanos. Fondo CX-1: Manuscritos, Conventos, Imperio, República, Expulsión de Españoles y Guerra de Castas, Caja: 4, Documento: 184. Centro de Estudios de Historia de México. Fundación Carlos Slim [manuscrito].
Martínez del Campo Rangel, Silvia (2003). El «proceso» contra Agustín de Iturbide. México: Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas: Anuario Mexicano de la Historia del Derecho: Vol. XV. Consultado el 11 de febrero de 2025
Anuario Mexicano de Historia del Derecho
Martínez del Campo Rangel, Silvia (s/f). El juicio de Agustín de Iturbide. México: UNAM: Instituto de Investigaciones Jurídicas, págs.  241- 261. Consultado el 11 de febrero de 2025.
14.pdf


[1] Martínez del Campo Rangel, Silvia (2003). El «proceso» contra Agustín de Iturbide. México: Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Jurídicas: Anuario Mexicano de la Historia del Derecho: Vol. XV.  

[2] Bustamante, Carlos María (1846). Continuación del Cuadro Histórico. Historia del Emperador D. Agustín de Iturbide hasta su muerte y sus consecuencias y Establecimiento de la República Popular Federal. México: Imprenta de Ignacio Cumplido,págs. 258-262.

[3] Martínez del Campo Rangel, Silvia. Op. Cit. s/p.

[4] Martínez del Campo Rangel, Silva, Op. Cit., s/p.

[5] Martínez del Campo Rangel, Silvia (s/f). El juicio de Agustín de Iturbide. México: UNAM: Instituto de Investigaciones Jurídicas, pág. 225.

[6] Bustamante, Op. Cit., págs. 259-260.

[7]  Proclama del Sr. Iturbide a los mexicanos. Fondo CX-1: Manuscritos, Conventos, Imperio, República, Expulsión de Españoles y Guerra de Castas, Caja: 4, Documento: 184. Centro de Estudios de Historia de México.Fundación Carlos Slim [manuscrito].

[8] Loc. Cit.

[9]Manifiesto del Sr. Iturbide a los mexicanos. Fondo LXXII- 2: Impresos de Martín Carrancedo: 18101883, Clasificación 090: LXXII-2.3-3.159. Carpeta: 3, Documento: 159. Centro de Estudios de Historia de México. Fundación Carlos Slim [impreso].

Manifiesto del Sr. Iturbide a los mexicanos. Fondo CCLXXXVII: Archivo Lucas Alamán 1706-1951, Clasificación 090: CCLXXXVII. 10.817.1. Carpeta: 10, Legajo: 817. Centro de Estudios de Historia de México. Fundación Carlos Slim [impreso].

[10] Bustamante, Op. Cit. pág. 258.

[11] Loc. Cit.

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