“Nuestro CALDERO está hecho para recibir de todos, los textos, dibujos, gráficas y fotografías que configuren la expresión académica de la comunidad universitaria. También es el lugar al que todos podemos acudir para tomar aquello que nos interese: es CALDERO que congrega y reúne para después ofrecer.”
Caldero
Primavera de 1989. Número 0
Entre los testigos que suelen dar cuenta del crecimiento y los cambios de las Instituciones de Educación Superior destacan las publicaciones periódicas y revistas, algunas creadas por las entidades dedicadas a la comunicación interna e institucional, otras por los diferentes colegios, facultades o departamentos que conforman las universidades y otras muchas por los propios estudiantes. Todas ellas ofrecen valiosa información sobre la época en la que fueron confeccionadas, los intereses de lectores y escritores pero, sobre todo, sobre aspectos fundamentales de la identidad de la comunidad que las produce. Fotografías, entrevistas, textos literarios, ensayos, ilustraciones y cartas a la redacción, operan como fuentes que el historiador y el estudioso en general puede interpretar para conocer formas culturales gestadas en el devenir universitario.
La publicación que nos ocupa pertenece a la Universidad Iberoamericana.
Inspirada en uno de los elementos del escudo de la Casa de Loyola, compartido por el de la Universidad, la publicación trimestral Caldero toma su nombre. Esta primavera de 2020 se cumplen 31 años de la aparición de su número inicial ocurrida en 1989 bajo el rectorado del Dr. Carlos Escandón Domínguez.
Caldero fue publicada por poco más de ocho años y contó con 23 números en el que diversos autores compartieron sus reflexiones sobre el mundo contemporáneo, temas vinculados al día a día de la Ibero y a las cuitas de la juventud. Enmarcados por un lenguaje que recuerda juegos de alquimia y épocas pasadas, los artículos estuvieron acompañados por hermosas ilustraciones contenidas en bestiarios clásicos y obras como las de El Bosco, en su primera etapa, y por dibujos de artistas contemporáneos como Jean Cocteau y Paul Klee.
La mayoría de sus portadas reproduce imágenes pertenecientes a textos antiguos, elección que acentúa la evocación por los oficios y la inspiración en el imaginario de los primeros grabadores europeos.
Obertura es el nombre del Editorial de la revista y encabezaba las diversas secciones que se sucedieron número con número.
Fuera de Borda versaba sobre aspectos de propios de la Ibero y ponía énfasis en el Área de Integración. Fue llamada así por considerar sus labores como uno de los motores que impulsaba a la Universidad. Código era la sección dedicada a las distintas carreras que impartía la Universidad en los años 90.
Desenmarañando reflexionaba sobre las problemáticas de los jóvenes e Indulto se abocaba a las experiencias cotidianas en aulas y pasillos de la Ibero. Ambas contaban con testimonios y entrevistas.
La sección de Textos revisaba escritos clásicos, los primeros años, de doctores de la Iglesia y más adelante de distintos autores del siglo XX. Entropía exploraba temas científicos y Consenso abordaba críticamente cuestiones las problemáticas sociales internacionales que distinguieron el cambio de milenio.
Caldero también abrió espacios para escribir sobre arte, la trayectoria de ex alumnos brillantes, música y homenajes a personalidades destacadas de nuestra comunidad.
El último númerofue publicado en Otoño de 1997. Sus artífices definieron la publicación como “el aquelarreacadémico para vencer a la solemnidad vacía y para rescatar los verdaderos significados.”
Hoy forma parte de la historia y de la gran tradición editorial de la Ibero. Caldero puede ser consultada en el Archivo Histórico de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero y próximamente online.
Mtra. Cecilia Sandoval Macías
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO
Biblioteca Francisco Xavier Clavigero
Archivo Histórico