Un fondo importante de la Biblioteca de la Fundación Miguel Alemán A. C., es sin duda el que donaron a esta institución don Francisco y doña Pía Monterde. En él se encuentran una centena de libros de historia, literatura, arte, obras personales, así como sus cuadernos personales donde anotó relatos de viajes y las reflexiones e ideas que éstos le suscitaron, pues fue un viajero incansable.
Don Francisco Monterde (México, 1894- id., 1985) Escritor mexicano. Fue director de la Academia Mexicana de la Lengua y ocupó diversos cargos en el Ministerio de Educación. Fue uno de los iniciadores de llamada moda colonialista, cuyo mundo evocó, sobre todo, en su obra poética (Chapultepec, 1947) y narrativa (Moctezuma, el de la silla de oro, 1945). Cultivó también el teatro (Oro negro, 1927). Ha sido considerado uno de los mejores organizadores culturales del México post revolucionario y realmente destacó, sobre todo, por sus trabajos de investigación y por los ensayos de temas históricos y literarios (Los virreyes de la Nueva España, 1922; Teatro mexicano del siglo XX, 1956, y La dignidad de don Quijote, 1959). Fue sobrino nieto del ilustre historiador Joaquín García Icazbalceta.
Las que se encuentran en la Fundación Miguel Alemán, son 46 pequeñas libretas en las que nos informa de los lugares que visitó y que, sin duda, fueron la base para posteriores cuentos y estudios. También se encuentran en este acervo algunas de sus credenciales, como la de redactor en El Universal Ilustrado, de 1927, la de Cronista de Teatros y Cines de Revista de Revistas de 1931 o la del H. Consejo Municipal de la Ciudad de México de 1928, entre otras.
A lo largo de sus páginas se pueden leer los pensamientos de un hombre sensible. Por ejemplo, cuando visita Pompeya escribe:
“El Vesubio, ahora dormido, sin aliento, es el leit motiv del último tramo del viaje. Las colinas, en complicidad con el camino vinieron, lo escamotean y lo devuelven. Ya en Torre del Greco se fija en el horizonte…”
En este cuaderno, escribe también de otras partes de Italia: los museos Vaticanos, Castel Gandolfo, San Pedro, el Quirinal. Después Milán, Venecia, Florencia.
En otro sencillo cuaderno anota algunas reflexiones sobre sus viajes por la India, Egipto y Holanda. Dice que no ha hecho el recorrido en “riesa” en Hong Kong, pues le habría parecido “humillante para el hombre que tirara del carrito, al convertirse en bestia de carga”, aunque apunta que le parece razonable que en Tailandia usaran bicicleta para tirar del carrito: “el vehículo dejaba de ser humillante para convertirse en peligroso”.
Un cuaderno azul con su nombre grabado en letras doradas, nos dice que Monterde también fue un cazador de autógrafos, en éste se encuentran las firmas de gentes con las que se encontró alguna vez: Louise Rainier, Helen Mack, Walter Abel, Stan Laurel, Claudette y Ginger Rogers. Entre los libros que entregó a la Biblioteca Mexicana de la Fundación Miguel Alemán A. C. se encuentra una primera edición de Azul, de Rubén Darío.
Los documentos del Fondo Francisco Monterde pueden consultarse en la Biblioteca Mexicana de la Fundación Miguel Alemán, que es uno de los miembros fundadores de la AMABPAC. Aquí la dirección de su página web: http://www.miguelaleman.org/visitas/biblioteca
